21 de diciembre de 2025

Practican la empatía y generosidad estudiantes del Bachillerato 32, en Cofradía de Juárez

Como parte de las actividades de vinculación social y formación integral, estudiantes del Bachillerato 31 de la Universidad de Colima, ubicado en la comunidad de Cofradía de Juárez, realizaron una emotiva actividad solidaria en el Jardín de Niños “J. Jesús Quintero” de la misma localidad, donde llevaron alegría y sonrisas a niñas y niños mediante una posada navideña.

Durante la convivencia, las y los estudiantes obsequiaron juguetes a los pequeñines, compartiendo momentos de ilusión, risas y esperanza, en un ambiente festivo que fortaleció los lazos comunitarios, además de promover valores como la generosidad y la empatía.

Esta acción representa una muestra más de la formación integral con valores que se impulsa en el Bachillerato 31, orientada a fortalecer la sensibilidad social, la solidaridad, el compromiso con la comunidad en las y los jóvenes, fomentando su participación en causas que impactan positivamente su entorno.

En entrevista, el estudiante Fernando Castellanos Valdez se dijo contento de participar en esta actividad: “Para mí significó sacarles una sonrisa a niños muy talentosos, llenos de sueños y bondad. Tal vez muchos de sus papás no tienen la posibilidad de comprarles un detallito. Yo pasé por eso y recuerdo que me sentía super feliz cuando alguien me regalaba un juguetito, así que esta actividad me hizo recordar mi infancia y valorar mucho más las cosas sencillas” detalló.

La alumna Kathy Jetzabel Acosta Hernández también se dijo contenta: “Significa una experiencia bonita para mí el poder regalar un detalle a un niño, es un gesto que recuerdan con felicidad y les alegra que nosotros podamos compartir de nuestro tiempo con ellos. Esta convivencia fortalece muchos valores en los pequeños, porque ven que todos los niños reciben un regalo, sin excepción, lo que hace que todos se sientan considerados e incluidos, y sienten el valor de igualdad, además de ser solidarios y empáticos”.

Por último, Diego Kael Sandoval Gutiérrez, también estudiante, mencionó que esta actividad le deja una gran satisfacción: “Nos ayuda a comprender cómo podemos apoyar a los demás sin esperar nada a cambio. La recompensa que como personas nos podemos llevar es ver la alegría y sonrisa en las y los niños”.