El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) brinda atención interdisciplinaria para el
diagnóstico y manejo del TDAH, cuyo abordaje inicia con la evaluación clínica por parte del Médico
Familiar y, en caso de sospecha diagnóstica, el paciente es canalizado a los servicios de salud
mental para recibir atención especializada.
El Seguro Social hace un llamado a la población para que acuda a su Unidad de Medicina Familiar
(UMF) correspondiente en caso de sospecha de este problema de salud mental, el cual se
manifiesta por dificultad para mantener la atención en tareas o juegos, errores por descuido en
actividades escolares o cotidianas, complicaciones para organizar actividades y seguir
instrucciones, pérdida de objetos, distracción fácil con estímulos irrelevantes y evitación de tareas
que requieren un esfuerzo mental sostenido.
Asimismo, pueden presentarse movimientos constantes incluso, en situaciones en las que se
espera que la persona permanezca quieta; correr o saltar en momentos inapropiados; dificultad
para jugar o participar tranquilamente en actividades recreativas; hablar en exceso; interrumpir
en conversaciones o juegos; dificultad para esperar turno y emitir respuestas precipitadas, entre
otras manifestaciones.
El Doctor Joaquín Castillo Joo, Coordinador de Programas Médicos de la Coordinación de Salud
Mental y Adicciones, subrayó que no todas las conductas corresponden a este problema de salud
mental. Algunas pueden formar parte del desarrollo normal, estar relacionadas con factores
ambientales o emocionales específicos, o bien ser transitorias. Por ello, enfatizó que el
diagnóstico de TDAH debe ser realizado por un profesional de la salud con formación
especializada.
Señaló que entre las conductas que no necesariamente indican la presencia de TDAH se
encuentran: tener mucha energía o mostrarse inquieto en ambientes nuevos o estimulantes;
hablar mucho o interrumpir ocasionalmente; distraerse con facilidad en tareas que no resultan
interesantes; olvidar objetos o tareas escolares de vez en cuando; y actuar impulsivamente en
situaciones específicas, como durante juegos o conflictos.
“El nombre correcto de este diagnóstico es Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad,
abreviado como TDAH, y es así como debe ser referido en los contextos clínicos, escolares y
sociales. No se recomiendan los términos de “hiperactivo”, "niño problema", "mal portado",
"flojo", "inquieto" o "malcriado", ya que refuerzan estigmas y dificultan el acceso a una atención
adecuada”, afirmó.
Recordó que el TDAH, es un problema del neurodesarrollo, caracterizado por niveles
inapropiados de inatención, desorganización y/o hiperactividad e impulsividad.
“Con un diagnóstico oportuno y un abordaje interdisciplinario que puede incluir tratamiento
farmacológico, psicoterapia, psicoeducación, apoyo familiar y adaptaciones en el entorno escolar
o laboral, muchas personas logran desarrollar estrategias efectivas para gestionar sus síntomas
y llevar una vida funcional, satisfactoria y productiva”, indicó.
La salud mental es una prioridad estratégica para el Seguro Social, integrada en todos sus niveles
de atención bajo un enfoque preventivo, comunitario e interdisciplinario, para garantizar una
atención integral y equitativa.